Mientras seguimos celebrando el Mes de la Historia Negra, permítenos tomarnos un momento para reconocer a algunos de los inventores afroamericanos que cambiaron el mundo con sus creaciones.

El 20 de noviembre de 1923, la Oficina de Patentes de EE. UU. otorgó la patente n.° 1,475,074 al inventor y periodista de 46 años, Garrett Morgan, por su semáforo. Si bien el semáforo de Morgan no fue la primera señal de tránsito (la cual había sido instalada en Londres en 1868), su invención fue importante de todas formas: al contar con una tercera posición junto a "Detenerse" y "Avanzar", reguló el cruce de vehículos de una manera más segura en comparación con señales de tránsito anteriores. Para obtener más información

El 29 de noviembre de 1887, Woods recibió una patente por su sistema de telégrafo de inducción, también llamado telégrafo ferroviario múltiple sincrónico. Anteriormente, la comunicación entre trenes en circulación y entre un tren en circulación y la estación ferroviaria era deficiente. En un sistema de telégrafo debe haber un cable continuo entre una clave remitente y un receptor acústico. Los cables de telégrafo comunes normalmente se extendían a lo largo de las vías del ferrocarril, pero para que un sistema de telégrafo funcionara a bordo del tren, parte del tren tenía que estar en contacto constante con estos cables. Debido a los empujones del movimiento de los trenes, la mayoría de los mensajes enviado o recibidos eran incompletos. Muchas veces, las advertencias de puentes inaccesibles, desprendimientos de piedras y otras obstrucciones no llegaban a un tren a tiempo. Incluso otras veces, los trenes se anoticiaban demasiado tarde, o nunca, sobre la ubicación de otros trenes en el mismo carril. Para obtener más información

El 1 de enero de 1895, Cherry recibió otra patente por el guardafangos del tranvía. Antes de crear este dispositivo, los tranvías se averiaban cuando colisionaban con otros objetos. Cherry se percató de este problema y creó el guardafangos, que se trataba de una pieza de metal que se sujetaba en la parte delantera del tranvía y actuaba como un amortiguador. El invento evitaba que la parte delantera del vehículo requiriera reparaciones grandes y absorbía algunos de los impactos de las colisiones. En la actualidad, nos referimos al guardafangos como paragolpes, que es una parte de todos los automóviles que se fabrican en el mundo. Para obtener más información